Cuando salen a cubierta comprueban con estupor que navegan directos hacia varios icebergs. Según explica Julia, son el resultado de la ruptura de la placa tectónica antártica en miles de bloques de hielo.
Ahora, varios de ellos rodean amenazantes al Estrella Polar, no tienen escapatoria. El radar indica, además, que no son los únicos en problemas, otra embarcación está maniobrando como ellos para evitar colisionar con los icebergs.
Ainhoa y Piti deciden ir a explorar por su cuenta, están convencidos de que la cabaña abandonada que descubrieron les dará muchas respuestas. De pronto, cuando están a punto de entrar por la puerta, unos focos cegadores se encienden a su alrededor, como si algún tipo de alarma estuviera activada. Parece que sus inquilinos temían tener visitas inesperadas y ahora les han sorprendido in fraganti.
Gamboa va a abandonar el Estrella Polar para reunirse con su hija. Le rescatarán a cambio de la controvertida carpeta roja, por la que Burbuja se jugó la vida cuando aún era Roberto y que después el capitán escondió en la caja fuerte de su camarote.
Pocas horas antes de partir, mientras comprueba que todo esté en orden, Gamboa se percata de que le han dado gato por liebre: dentro de la carpeta roja que robó de la caja fuerte no hay importantes documentos del proyecto Alejandría sino dibujos de Valeria y Ratón. Alguien ha tratado de engañarle y sólo Ramiro conocía todos sus planes.
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